Cuando la familia de R y R creció, en su piso les faltaba espacio.

Durante unos años, probaron suerte en una vivienda unifamiliar. Sin embargo, echaban de menos la vida social de las zonas comunes de su anterior vivienda.

Nuestro reto aquí fue redefinir el encorsetado esquema de vivienda típica del boom inmobiliario, cuando se construyeron los PAUs con viviendas diseñadas a golpe de calculadora y encaje de m2 que parecían responder sólo a un tipo de familia.

Ganar un dormitorio más, ése era el objetivo. La mezcla de usos, el aprovechamiento máximo del espacio y un estudiado sistema de almacenaje, hicieron el resto.